sábado, 14 de mayo de 2011

Alquimia de viernes a la noche.


Tengo razones de sobra para fumarme mil cigarrillos e inducirme el vómito. Me tomé un colectivo al pedo, de esos cincuenta (sin cuenta) que me hubiera tomado para ir a verte a vos si no me hubieras contestado que tenía ganas de verte con un "no gracias" totalmente a último momento. "Hay que tener varias velas prendidas por si una se apaga", sabias palabras de mi madre. En un par de palabras Vicky salvó mi noche... de la depresión, de las posibles pastillas, de los besos de vodka a mi inodoro, con un simple vino y una invitación a una fiesta. ¡Que no se repita! Alias ya tengo cada vez más claro de quién tengo que esperar algo y de quién no, quién es una persona sensata y quién es un "cagón" (como también dijo mi vieja). ¿Me voy a tener que hacer "torta"?, como vos dijiste. Me prometo a mí misma no volver a comerme la cabeza al lado del teléfono. No más pólvora gastada en chimangos. Y no sería ni la primera ni la última vez que por amar mucho a alguien termine cortando relación.

No hay comentarios: